laura desea la lluvia




Arrodillada frente a la ventana, la pequeña Fiorella mira la lluvia. 
Sus manos acarician el vidrio como queriendo atravesarlo. Gira su cabeza mirándome y entendiendo lo que sus ojos bellos exponen, chapotear en el agua. 
Explico que no se puede, que no es sano, pero ella con su susurro ahogado me da un fundamento que no puedo impugnar. 
Cerramos entonces el compromiso: la convención es salir solo a la puerta a mirar el agua caer. En el umbral mirábamos el patio. Salón de juegos interminable, gigante pero pequeño mientras cae la lluvia; sentadas, imposible cruzar esa barrera ese telón injusto. 
Fiorella pregunta con su mirada: ¿Por qué no podemos salir, atravesarlo y seguir jugando? Miro sus ojos, sus ojos de agua. Sus ojos brillantes y húmedos, discordantes y pienso cuanto puede comunicar el agua. 

Me transporto al día en que llego,niña emergiendo del agua. Abandonando su capsula segura y húmeda con vigor, elevando su voz tras el primer respiro frente a mí; ella frágil y yo quebradiza ante ella, ahogada en mis lágrimas como ella en su llanto. 
La envolví con mis brazos, rodeando la amalgama y solo mire a mi pequeña a los ojos mediada por una sonrisa. Ojos de agua brillantes, lumínicos. 

Miro al patio, a mi preciosa Fiorella que con sus manos toca el agua, 
un charco grotesco que refleja un cielo gris, que grita truenos graves y estridentes desbordando la furia del cielo. 
El reflejo que me engulle, captura mi pensamiento y apresa nuevamente la razón. 
Reflejo desvirtuado, reflejo de su cara, sonrisa fresca de niña, que se deforma con el desplome de masas de agua; y por un momento 
dejamos que el agua nos envuelva y en el rapto, 
chapoteamos los charcos que difunden nuestras imágenes distorsionadas. 

El poder abrazador del agua abraza con amor pero también con odio. 
Abraza con ternura pero también con dolor. Se lleva lo amado ahogando su risa, 
dejando hastío. 
Millones y millones de enlaces covalentes donde todo comienza, uniones electrostáticas que se rompen y unen una y otra vez. Mágicas, inexplicables, fundamentales. Millones y millones de enlaces covalentes, de uniones electrostáticas que se rompen y unen una y otra vez. Mágicas, inexplicables, fundamentales. 

Vuelvo a Fiorella, sus ojos prodigando agua siguen arguyendo su inconformidad. 
Y así yo miro cómo el agua da alegría y tristeza. 
Da vida y muerte. 




voy a presentar a laura,para no perder la tesitura escrita de las bio -mientras la espero que ella nos cuente de sí misma-  
me lo permito poque la conozco, somos hermanamigas  eligiéndonos desde hace tiempo

laura es alguien que admiro desde niña, su cuerpoalma  aparenta fragilidad,
tiene una capacidad de amor que la supera en volumen, 
a su vez una ferocidad y una valentía guerrera que despliega frente a las injusticias

ella crece en el sol y como él nos entibia con su existencia.
(marina)
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