erica ha crecido en el aire puro de las montañas











En este periodo de tiempo he encontrado dentro de mi trabajo, distintos puntos que  convergen en una identidad propia,  tanto en lo artístico, como en mi esencia personal.


Generalmente me cuesta hablar  de mis temáticas  para la  creación, pues considero que lo que  hago es por gusto principalmente, más no por querer ser la “gran artista”,  
por ello mi trabajo es  una reunión de sentimientos, de situaciones, 
sueños y deseos  que  viven latentes entre lo que soy exterior e interiormente. 
Luego de ver todos mis trabajos plásticos he hallado varios puntos  temáticos 
como lo son ejercicios de denuncia, de cuerpo, pero en principio  
mi temática  se encuentra  rodeada de lo que quiero expresar que se encuentra dentro de mí,  desde lo orgánico  y complejo, 
para que los espectadores perciban y vivifiquen de la manera que deseen estos trabajos.  
Considero importante el conocerse a uno mismo primero antes de entrar en un trabajo  práctico artístico en donde  los demás  participen 
o sean el centro de dicho proceso de creación, 
pues  si uno no tiene conciencia de sí no la podrá tener por el otro, 
no se trata de ensimismarse  si no de ser capaz de entrar en dialogo 
con este  y que este sea  quien trace el punto de comunicación 
entre el creador, la obra  y lo que piensa de estos.  
Por eso mi temática  surge de lo orgánico y pasa por lo sutil a  lo  caótico, 
pues todos dentro de sí tenemos una cara amable y  otra destructora 
en diferentes proporciones; como dije al principio 
es difícil  dar nombre a mi temática de creación, pues considero 
que esta  surge de explorar  mis secretos, miedos 
y demás, por ello diría que  es netamente  sentimental y  natural. 
Es así en donde reúno las líneas, con texturas, con cuerpos de ensueño o abismales, 
con colores planos  o  cargados de intensidad, 
con  vacios  y  rellenos en el papel, 
con esencias que perturban e invitan a ser exploradas.

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